jueves, 7 de junio de 2007

Los plácidos 90s

por José Jesús Villa Pelayo

Está claro para todos que los plácidos años '90 terminaron. Y terminaron de manera abrupta y terrible, el día 11 de septiembre del año 2001. El adjetivo plácido puede llamar a engaño o inducir a error, porque, en realidad, durante los plácidos 90s tuvimos una guerra fratricida y despiadada en Yugoslavia; presenciamos, a comienzos de los noventa, lo que algunos años atrás parecía imposible: la disolución inesperada de la Unión Soviética, en 1992, y de todo el bloque de países bajo su órbita, tanto en Europa del Este como en Asia Central; asistimos al fin del Pacto de Varsovia, con todas sus consecuencias y entretelones, y al auge del mundo trilateral que había sido diseñado y tejido, con paciencia y empeño, a través de muchísimos años, por el fabianismo internacional. Lo que Ignacio Ramonet ha llamado la "Tríada" (el gobierno mundial de la élite norteamericana, europea y japonesa, con los Estados Unidos como primus inter pares), que alcanzó un cénit inusitado durante el gobierno del Presidente Bill Clinton. Pero también, en estos tal vez mal llamados plácidos 90s, se produjo la Guerra del Golfo, conflicto que presagiaba y auguraba el provenir más o menos inmediato de la humanidad. Observamos, con incredulidad, el fin de la idea, poco realista, de la divinidad y omnipotencia del ejército de los Estados Unidos de Norteamérica, tanto en Somalia, durante el famoso episodio que todos recuerdan como “Black Hawk Down” (la Batalla de Mogadishu), por el filme del laureado director británico Ridley Scott, como en Kosovo, guerra durante la cual unos milicianos kosovares pro serbios derribaron un avión espía F-117 Nighthawk, lo cual parecía también imposible. Así es que, en pleno auge de la "Tríada", en pleno apogeo de la Globalización, corriendo los Tiempos Postmodernos, de manera repentina y aterradora, son derribadas las Torres Gemelas del World Trade Center (Centro Mundial de Comercio), el 11 de septiembre del año 2001, cuando se pensaba que los plácidos 90s serían eternos, cuando dormíamos tranquilos bajo la calidez de los centros comerciales postmodernos, bajo el amparo de la Aldea Global (el boabab que a todos nos cobija) y por el cual no sentíamos miedo, advino sobre la Tierra un evento cataclísmico. El 11 de septiembre temblaron los cimientos de la civilización occidental, como si la Torre de Babel, el gran Zigurat, se hubiera desplomado y transformado en miles de millones de metros cúbicos de polvo, que simbolizaba el futuro de la civilización. Este meteorito sobre Occidente conmovió los cimientos del planeta. El mundo jamás podrá ser el mismo. Las magnitudes de este cambio son poco cuantificables hoy en día, pero la realidad y el desarrolllo de los eventos posteriores revelan el impacto del golpe sobre la humanidad. Pocos eventos pueden producir cambios civilizatorios. El derribamiento de las Torres Gemelas lo hizo. En consecuencia, los plácidos 90s parecen hoy un sueño lejano. Y auque en realidad fueron poco plácidos, a todos nos alcanzó la Internet, la televisión por cable, las grandes cadenas de noticias, como la CNN, y la guerra televisada, sin muertos.

1 comentario:

Gubatron dijo...

911 was an inside job